domingo, 19 de diciembre de 2010

MIS PROPIAS GUERRAS

La soledad se quedó acompañada

de mis sueños

Con mis confesiones a cuestas,

inundando los deseos de ver mejor

un mundo al cual deseo pertenecer.

Un mundo real.

Mis mentiras son batallas inventadas

para ganar mis propias guerras

y el temor de ser atravesado por la espada

del delirio

invade el alma, la pone turbia

como las aguas reposadas de los ríos cerca de las ciudades,

llenas de mugre y estiércol.

Pena, quédate ahí.

No regreses, ya no te necesito.

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