martes, 2 de febrero de 2010

Desprenderse


Desprenderse sin sentir dolor,

Acostumbrarse al espíritu de la lejanía

Y reducir tu tiempo para no pensar.

Cada ser humano tiene una determinada capacidad de desprendimiento, y eso es lo que lo hace a uno más independiente o menos tolerante a dejar algo o a alguien.

Hay quienes se desprenden de una casa, de un auto, de un libro. Hay otros que se desprenden de sus padres, de sus hijos, de sus amores. Hay quienes se desprenden de una pierna, de un ojo, de un brazo.

Desprenderse puede ser un acto agresivo, agonizante, letal. Otras veces, puede implicar libertad, desahogo, sabiduría.

El desprendimiento está en cada ser humano. Es una acción constante a la que por lo general no prestamos atención.

Al final, de nada sirve aferrarse, si todos solemos desprendernos forzosamente de todo, hasta de la misma vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario